viernes, 29 de marzo de 2024

La teoría de apostar al que menos sale. La probabilidad natural de los grupos y números.

La teoría de apostar al que menos sale.

Como ya he tratado en otro artículo, el sistema de ruleta es un conjunto de números finito, que comprende del 0 al 36 y cuya aparición es aleatoria. Y dado que su número de elementos es finito, podemos hablar de un sistema aleatorio cerrado, o lo que es lo mismo, no puede salir ningún número que exceda de 36.

Ya traté en otro vídeo que existe que la frecuencia mayor de repeticiones de un mismo nivel de retraso corresponde al cero, o lo que es lo mismo, la probabilidad de que dos grupos o números aparezcan de forma consecutiva excede a cualquier otra posibilidad de retraso, y además la frecuencia de repetición de esos retrasos es inversamente proporcional a su nivel. O dicho de otra forma, el retraso cero es superior al uno, y el uno al dos, y así sucesivamente.

En este caso vamos a estudiar otro hecho que se demuestra con el método de montecarlo, esto es, con la experimentación empírica.

Y es que resulta que a diferencia de lo que muchos creen, la probabilidad de ganar en la ruleta está en apostar a los números o grupos más fríos, en vez de a los más calientes. Para quien no conozca la jerga del juego se entiende que el término frío se aplica a lo menos frecuente o de aparición más escasa, y caliente justo lo contrario, esto es, al número o grupo más frecuente o que aparece más veces.

Desde siempre hemos tenido la intuición de que debíamos apostar a los grupos más frecuentes, dado que son los que teóricamente están en racha. Lo que no tenemos en cuenta es que estamos ante un conjunto de números aleatorios, donde todos ellos tienen la misma oportunidad de salir, luego se puede afirmar que hechos pasados no garantizan una continuidad en el futuro. 

Porque resulta que la teórica de seguir la tendencia del juego es aplicable a aquellos ámbitos donde participa el factor humano, o bien existen fuerzas externas que favorecen un determinado resultado en detrimento de su contraparte. 

Por poner un ejemplo, si el Real Madrid lleva tres partidos seguidos ganados contra equipos de nivel similar a él, podemos afirmar que si existiere un próximo partido donde el Real Madrid va a jugar contra otro equipo de nivel similar a él, de manera idéntica a partidos anteriores, es más que probable que el Real Madrid vuelva a ganar, pues sus precedentes avalan esta posibilidad. O dicho de otra forma, es más probable que gane, a que empate o pierda.

Y si hablamos de otros hechos donde no participe el factor humano, como por ejemplo un cilindro de ruleta viciado, con defectos de equilibrio o muescas en alguna de sus partes, y donde observamos que unos números salen más que otros, es más que probable que durante los próximos giros la tendencia de juego se decante más por esos números que por el resto. De esto saben bastante la familia Pelayo, pues basaban su estrategia ganadora, precisamente en estos defectos de los cilindros.

Y esto es así porque esos defectos favorecen la aparición de esos números, aumentando con ello la frecuencia de aparición. Entonces ya no hablaríamos de una probabilidad de 1/37 en todos y cada uno de los 37 números del cilindro, sino de una diversidad de probabilidades donde habría un denominador cambiante. Por ejemplo, unos números contarían con una probabilidad del 1/35 y otros del 1/39. Como todos sabemos esa probabilidad será mayor o menor de manera inversamente proporcional al valor del denominador, siendo mayor el número si el denominador es menor y viceversa.

Pero en el caso de una ruleta perfectamente equilibrada, que es el caso que nos ocupa, donde cada número debe tener una probabilidad exacta e igual a 1/37 la dispersión natural que hay en toda sesión de ruleta, donde a lo largo del juego se produce una desigualdad de frecuencia y cantidad de aparición, es de lógica deducir que aquellos números que han salido más, y con ello han superado su probabilidad natural del 1/37 tengan tendencia a regresar a la línea de equilibrio. Y justo lo contrario deberá ocurrir con aquellos números que hayan aparecido un porcentaje de veces inferior esa probabilidad natural.

Por buscar un símil, imaginemos que todos los números están atados a una goma al punto de equilibrio 1/37 = 2,70%. Si el número excede este porcentaje, se produce una subida y por tanto una tensión a la gomilla donde está atado, que tirará de dicho número para que regrese a la línea natural. Ídem de los números que aparezcan menos, que se posicionarán por debajo del punto de equilibrio, creando de manera idéntica una tensión en la gomilla, de fuerza directamente proporcional a la distancia con el punto de equilibrio.

Cómo se calcula el porcentaje de aparición.

Es tan sencillo como dividir el número de apariciones del número entre el número de giros. Si por ejemplo el número 4 ha aparecido 2 veces en una ronda donde llevamos 100 giros, su porcentaje de aparición sería 2/100 = 2%. Y dado que su probabilidad de aparición natural es 2,70%, podemos afirmar que el 4 tiene tendencia negativa por lo que habría que apostar por él. 

Es cierto que parece un contrasentido hablar de que hay que apostar por aquellos números que tienen tendencia negativa, pero es que insisto otra vez que no hablamos de una dinámica donde actúan fuerza externas que alteran los resultados, tal como ya vimos en un párrafo anterior, sino de un juego donde todos los números tienen la misma oportunidad de salir, y la misma fuerza para hacerlo. 

Luego si el 4 está por debajo de su probabilidad natural, inevitablemente recuperará posiciones durante los siguientes giros. O dicho de otra forma, los números con tendencia negativa juegan con ventaja respecto a los que tienen tendencia positiva. Y viceversa. Los números cuya aparición excede a su probabilidad natural están condenados a retroceder en el medio plazo.

Hay que entender que estamos hablando de un proceso aleatorio, en el que estos efectos de los que hablo no se producen de manera mágica por arte de birli birloque. Es algo más complejo, donde los efectos no se hacen notar de inmediato, sino que requieren de tiempo de juego. 

O dicho de otro modo, si vamos por el giro 100 y el número 4 ha salido un 2%, no quiere decir que inmediatamente después de observarlo vaya a recuperar posiciones porque "es lo que tiene que ocurrir". No, no funciona así. Es hasta posible que el 4 siga bajando posiciones, pero en algún momento y siempre en el medio plazo empezará a recuperar frecuencia, hasta alcanzar o incluso superar su probabilidad natural del 2,70%

Este hecho es aplicable al resto de grupos de números de probabilidad idéntica.

Porque quizás el juego que más nos interesa no es el de los plenos, sino de bloques de números de cuota de premio definido, como son las suertes dobles - color, paridad y altura -, suertes triples, docenas y columnas, seisenas, cuadros, transversales y caballos, o parejas de números yuxtapuestos.

Por ejemplo si optamos por el clásico juego de color, apostando a rojos y negros, nuestra intuición nos dice que debemos apostar "al color que más sale", dado que es el que "está en racha". Pues bien, primero hay que decir que eso que llamamos "racha" no es debido a que alguna fuerza externa obre en favor de un color y en detrimento del otro, sino que se trata del hecho natural de dispersión, donde el azar durante determinados periodos premia a un color en detrimento de otro. Pero lo que realmente es tendencia, es que la propia dinámica del azar buscará siempre el equilibrio entre ambos, obrando en favor del color que tiene menor aparición y en contra del que tiene mayor frecuencia de salida.

O dicho de otra forma, si en la actual sesión de juego el negro ha salido un 56% de veces y el rojo un 43% (el 1% correspondería al cero), quiere decir que la tendencia es que el rojo recupere posiciones y el negro las pierda, pues ambos grupos tienen la misma oportunidad de salir y no hay fuerzas externas que obren más por un color que por otro. Luego en este caso deberíamos apostar por el rojo más que por el negro. Recordemos que el punto de equilibrio de la apuesta a color es del 18/37 = 48,65%

Ídem de, por ejemplo, las docenas. La probabilidad natural tanto de las docenas como de las columnas es del 12/37 = 32,43%. Es curioso como una mayoría de jugadores optan más por las docenas que por las columnas, pues el hecho de que las docenas están en un bloque más compacto, y aparentemente tengan un área mayor en el paño, crea el efecto psicológico de que es más probable ganar jugando a docenas que a columnas. 

Esto obviamente es falso pues para empezar el área que cubren es exactamente el mismo, y para seguir, a nivel cualitativo, la probabilidad de aparecer es exactamente idéntica en ambos casos, tanto para docenas como para columnas.

No te aceleres, campeón

Y digo que no te aceleres, pues quizás tras leer esto te lanzarás como un poseso a jugar. Bien. Si tú eres de esos que juega a golpe de paja mental, decirte que te tranquilices porque no todo es tan sencillo. Deberás prepararte psicológicamente para soportar profundidades de pérdidas muy cuantiosas, en el entorno de cinco veces tu objetivo de ganancia. 

Si lo tuyo es apostar a docenas, te puedo aconsejar que por mi experiencia y las pruebas efectuadas, la docena o columna tiene tendencia a recuperar posiciones cuando su diferencia de aparición con respecto a la docena dominante (la que más sale) está en torno a 10 unidades. 

O dicho con un ejemplo: pongamos que la docena dominante es la segunda con 30 apariciones. Pues la docena más recesiva (la que menos ha salido) tendrá tendencia natural a recuperar posiciones cuando tenga 20 apariciones o menos.


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Resumen chatGPT

El artículo "La teoría de apostar al que menos sale" aborda la estrategia de apuestas en juegos de azar, específicamente en la ruleta. Comienza explicando que, contrario a la intuición común, la probabilidad de ganar en la ruleta parece favorecer a los números o grupos menos frecuentes en lugar de los más frecuentes.

El autor utiliza el método de Monte Carlo para demostrar empíricamente este principio. Explica que en juegos de azar como la ruleta, donde todos los números tienen la misma probabilidad de salir, seguir la tendencia de los resultados pasados no garantiza un patrón futuro. Sin embargo, en situaciones donde hay factores humanos o externos involucrados, como en el caso de equipos deportivos, seguir tendencias pasadas puede tener más sentido.

En el contexto de una ruleta equilibrada, donde cada número tiene una probabilidad exacta de aparecer, los números que han salido más de lo esperado tienden a volver a la media, mientras que los que han salido menos tienden a recuperarse. Esto se debe a una especie de "tensión" que existe en el sistema, donde los números tienden a equilibrarse con el tiempo.

El autor también aplica este principio a otras apuestas en la ruleta, como los colores, las docenas y las columnas. Argumenta que la estrategia de apostar al grupo menos frecuente es aplicable en estos casos también. Por ejemplo, si un color ha salido más veces que el otro, la tendencia natural es que el menos frecuente recupere posiciones.

Sin embargo, el autor advierte que el juego de azar conlleva riesgos y pérdidas potenciales significativas. Recomienda prepararse psicológicamente para enfrentar estas pérdidas y sugiere ciertos umbrales de diferencia de aparición para determinar cuándo un grupo menos frecuente puede comenzar a recuperar posiciones.

En resumen, el artículo argumenta que en juegos de azar como la ruleta, apostar a los números o grupos menos frecuentes puede ser más ventajoso a largo plazo que seguir la tendencia de los resultados pasados.



jueves, 28 de marzo de 2024

La teoría de la coincidencia de nivel de retraso en el juego de la ruleta.

Un grupo de números aleatorios se define como una secuencia de valores numéricos que se generan de manera impredecible y sin un patrón discernible. Estos números se eligen de un conjunto definido de manera que cada número tenga la misma probabilidad de ser seleccionado en cada instancia. 

En otras palabras, no hay una relación predecible entre los números dentro del grupo, y cada número tiene una igual probabilidad de aparecer en cualquier posición dentro de la secuencia. Los números aleatorios son fundamentales en diversos campos, como la estadística, la informática, la simulación, la criptografía y la investigación científica.

La ruleta como sistema aleatorio cerrado.

Y se define así porque el juego de la Ruleta comprende un número finito de 37 elementos, que van del cero al treinta y seis, y todos los comprendidos. Naturalmente hablamos de la ruleta francesa, y no de la americana, la cual consta de un número más que es el doble cero.

Un sistema aleatorio abierto sería por ejemplo el resultado de un partido de fútbol, donde los goles de ambos equipos, local y visitante, pueden tener cualquier valor, al menos en teoría, es denominado como sistema aleatorio abierto, pues sin bien es cierto que el número de goles no suele ir más allá de las diez unidades, no hay ninguna limitación teórica al respecto. Por ejemplo, aunque jamás se a dado tal resultado, sería posible ver un resultado igual a 12-23.

Y esto es así porque en los partidos de fútbol no hay límite para el número de goles.

La probabilidad de que dos números se repitan, esto es, sean consecutivos.

La posibilidad de que un número se repita en la ruleta dos veces seguidas es igual a su probabilidad teórica, dado que todos ellos tienen la misma probabilidad de salir en cada giro. En el caso de los plenos esa probabilidad es igual a 1/37 = 2,70%. 

Pero ojo, no hay que confundir este hecho con la probabilidad de que dos números aparezcan dos veces consecutivas, pues son circunstancias diferentes. Y lo explico. Por ejemplo si planteamos la pregunta ¿Qué probabilidad hay de que durante los próximos dos giros aparezca el mismo número? En este caso la respuesta se resuelve con la probabilidad condicionada, y multiplicando ambas probabilidades 1/37 x 1/37 = 1/1369 = 0,007%.

Pero si el planteamiento es ¿Qué probabilidad hay de que el próximo número que salga sea el 3? Pues 1/37, independientemente de que el último aparecido fuese el 3 o cualquier otro.

La teoría de los grupos consecutivos en el juego de la ruleta.

Y al margen de este hecho probado con la matemática clásica, mediante el método de Montecarlo se demuestra que existe una regresión lineal y progresiva en los retrasos producidos en una secuencia que consta de un número de giros relevante que al menos superen los doscientos giros.

Ocurre que aunque es cierto que la aparición de números es anárquica, tal como dicta la dinámica aleatoria, resulta que la tendencia que tiene la secuencia es que la coincidencia entre el número aparecido con respecto a su retraso experimenta una reducción progresiva, siendo el más frecuente el de retraso cero, segundo el retraso uno, tercero el retraso dos, y así sucesivamente hasta el retraso n.

Dado que el tema de los retrasos es un poco complejo de entender para quienes no se manejan con conceptos de ruleta, lo veremos con la siguiente secuencia.

10 11 10 32 1 5 25 8 5 11 14 14

En este caso el retraso 0 se produce con el número 14. Se entiende que hay restraso cero cuando se trata de números consecutivos.

El retraso 1 viene representado por el número 10. A este retraso se le conoce popularmente como "el juego de la mosca".

El retraso 2 vendría representado por el número 5, que tras salir el 8 y el 25 volvió a salir.

Pues bien, se demuestra que la tendencia natural de la ruleta es que el retraso cero es el que tiene una coincidencia mayor de todos, y con un valor igual a su probabilidad natural respecto al grupo al que representa. En el caso visto sería 2,70% dado que hablamos de números plenos, y 2,70% es su probabilidad natural.

Para el caso de otros grupos del paño, por ejemplo las docenas o columnas, se demuestra que en el largo plazo el retraso cero tiene una tendencia a alcanzar un porcentaje de coincidencia igual a 12/37 = 32,43%.

Y si hablamos de la apuesta estrella a color, rojos y negros, el retraso cero tiene tendencia a ser coincidencia en un 18/37 = 48,64%., siguiéndole el retraso uno, luego el dos, etc...

A la pregunta ¿En qué cuantía se reduce el porcentaje de los siguientes retrasos? Esto se puede resolver dividiendo los resultados entre el número de giros.

Observemos la siguiente muestra obtenido por aceleración de apuestas con seisenas. 

Los números en negrita representados por 0, 1, 2, y así hasta +12, siendo este último el que representa las coincidencia que fueron igual o superiores a 12 retrasos. La cantidad expresada justo debajo es el número de coincidencias. En el caso de retraso cero sería 317. El retraso tiene un valor de coincidencia igual a 252. 

En cualquier caso vemos como el valor va disminuyendo progresivamente, salvo el el retraso 8 que ha experimentado un valor que se sale del patrón. Esto es así porque recuérdese que hablamos de un muestreo mediante el método de Montecarlo, por lo que no es matemático.

Si calculamos los porcentajes respecto al número de giros observamos que:

El retraso cero tuvo una coincidencia de 317/1717 = 18,46%

El uno 252/1717 = 14,67%

El dos 185/1717 = 10,77%

El tres 158/1717 = 9,20%

El cuatro 139/1717 = 8,09%

Nótese que el retraso cero ha tenido un porcentaje de coincidencia incluso superior a la probabilidad natural de las seisenas 6/37 = 16,21%. Esto es así porque detuvimos el juego justo en un pico de exceso de 18,46 - 16,21 = 2,25%. Estos picos suelen compensarse a medida que avanza el juego, por lo que es justo en ese punto cuando debemos abandonar el juego.

¿Y por qué esto debería resultarnos interesante, más allá de que es un experimento sobre retrasos de seisenas?

Pues la respuesta es tan sencilla como demoledora: esto quiere decir que si apostamos siempre a la última seisena aparecida, la tendencia natural será que ganemos siempre. 

Pero para eso tendremos que tener en cuenta algo fundamental:

1º La paciencia es la madre de la ciencia. Estos resultados no se consiguen con una pocas tiradas, sino con cientos de ellas. Esto quiere decir que puede ocurrir que en los primeros compases del juego el retraso cero sea incluso inferior que alguno de los siguientes. 

Como en todo sistema caótico, donde las partículas van encontrando su posición a medida que va llegando el estado de reposo, en la ruleta los retrasos no siguen este patrón lineal y descendente hasta haber generado una buena cantidad de giros. Recuerda el ejemplo que hemos visto con 1717 giros, que en términos de una ruleta live, donde los giros suelen durar 45 segundos, hablamos de 21 horas de juego.

2º Derivado de lo anterior, recuerda que estás jugando a la ruleta y al azar. Para alcanzar la ganancia deberás soportar profundidades de pérdida muy notables. Sobre esto no hay una regla fija, pero existe la posibilidad de que la profundidad de pérdidas sea igual a cinco veces respecto al objetivo de ganancias. Por ejemplo si esperas obtener cien fichas de ganancias, seguramente la profundidad de pérdidas alcanzará las cien fichas o valores superiores inclusos.

3º Si esperas con este método obtener ganancias desde los primeros compases de juego, te recomiendo que no lo utilices porque esta estrategia no funciona así. 

Estudio pormenorizado de los retrasos del cero al once

Según el muestreo que presento a continuación observamos datos interesantes.

De un lado veremos las coincidencia del número aparecido respecto al retraso premiado.

De otro observaremos el total de retrasos aparecidos durante una sesión de 200 giros, independientemente de que fueran premiados o no.

Hay que explicar que el retraso cero es efectivamente el más premiado, o si lo prefieres, coincidente debido a que siempre hay una seisena con retraso cero, excepto cuando el último número aparecido es el Cero. En ese caso todas las seisenas se adelantan una posición, quedando ausente el retraso cero.

Sin embargo, en el resto de retrasos hay una serie de cortes que se traducen en ausencias recurrentes de dichos retrasos a partir del uno en adelante.

Pongamos por caso de que aparecen dos seisenas seguidas. En este caso el retraso uno desaparece dado que los dos retrasos ceros consecutivos hicieron que el siguiente sea el retraso dos.

Y si hubiesen tres retrasos ceros consecutivos, el siguiente retraso sería el tres, quedando ausentes el uno y el dos.

Debido a esto observamos un descenso lineal, no sólo en las coincidencias sino también en el cómputo global de retrasos durante toda la sesión. Veámoslo con el siguiente ejemplo:


La cuadrícula azul-morada en secuencia, figuran las coincidencias. Observamos que el cero tiene 32 coincidencias, el uno veintinueve, el dos veintitrés, y así sucesivamente hasta llegar al retraso once. El que figura como +12 representa todas las coincidencias de retraso doce en adelante.

El la cuadrícula en blanco inferior figuran todos los retrasos en bruto, esto es, que aparecieron durante el juego, independientemente que fuesen coincidentes o no. Para entenderlo fijémonos en el tablero de juego donde la seisena uno tiene retraso uno, las dos retraso seis, la tres retraso cinco y así hasta la seis que tiene retraso dos. Pues bien, los valores de esa cuadricula blanca representan el cómputo total de esos retrasos, y por eso la cantidad es notablemente superior a la de los coincidentes. 

En los retrasos globales se observa que se han producido 192 retrasos cero a pesar de que la sesión consta de 200 giros. Esto es debido a que aparecieron ocho ceros que eliminaron el retraso cero, tal como ya se ha explicado. 

El descenso progresivo respecto a cada retraso se debe precisamente a la anulación de cada retraso por coincidencia de algún precedente: si se produce una coincidencia del retraso dos, en el siguiente giro se habría anulado el retraso tres. Digamos que cada coincidencia supone la anulación de una unidad en todos los siguientes.

El porcentaje de coincidencia respecto al número global de retrasos.

A primera vista podría pensarse que el retraso uno es menos rentable que el cero, dado que hay menos coincidencias. En concreto 32 para el cero y 29 para el uno. Esto es así en términos absolutos, pero no relativos, porque resulta que el porcentaje de coincidencia hay que calcularlo con el cómputo global de sus retrasos respectivos. Veamos:

32 coincidencias de retraso 0 sobre 192 apariciones nos da 32/192 = 16,66%

29 coincidencias de retraso 1 sobre 162 apariciones nos da 29/162 = 17,90%

23 coincidencias de retraso 2 sobre 134 apariciones nos da 23/134 = 17,16%

22 coincidencias de retraso 3 sobre 113 apariciones nos da 22/113 = 19,47%

A la vista de estos datos se demuestra que en esta sesión el retraso más rentable fue el 3 con un 19,47%. Teniendo en cuenta que la probabilidad natural de las seisenas es 6/37 = 16,22% podemos asegurar que apostar a todos los retrasos hubiera sido rentable, aunque del de mayor cuantía hubiese sido el retraso 3 con un 19,47% de coincidencia.

No hay que entender estos datos como resultados constantes, pues hay variación de una sesión a otra. Lo que sí parece claro es que todos los niveles de retraso tienen tendencia a alcanzar la probabilidad natural de las seisenas, que es el ya mencionado 16,22%. 

Se presenta una fluctuación respecto a ese nivel de equilibrio, donde unas veces supera la probabilidad natural y otras veces no. Digamos que existe una variación que aconseja entrar cuando el nivel está por debajo, y salir cuando está por encima.

Dos sesiones simultáneas jugando a seisenas 0 y 1 - 2 y 3.

En sendas sesiones que duraron doscientos giros obtuvimos una rentabilidad de 335 fichas en la 0 - 1 y 361 fichas en la 2 - 3.






jueves, 21 de marzo de 2024

Transmitir señales de onda al pasado para ganar en las apuestas.

En contra de lo que muchos creen, el futuro no está escrito. Y no está escrito pues se genera con las variaciones del presente. Si el presente varía, el futuro será distinto al presente. Pero si no varía y no hay cambios, el futuro será idéntico a su presente anterior. 

En un universo en movimiento constante es prácticamente imposible que las cosas no cambien con el transcurso del tiempo. 

Solemos contemplar el paso del tiempo como un movimiento físico y espacial hacia delante, de manera que atrás queda el pasado, el punto de posición actual sería el presente, y lo que hay en frente nuestro es el futuro. Hay quien incluso llama el tiempo como la cuarta dimensión.

Los científicos afirman que está demostrado que es imposible viajar en el tiempo hacia atrás, esto es, desde el presente al pasado. Lo ven más posible viajar al futuro, pero bajo unas condiciones límites, disponiendo a los cuerpos viajando a velocidades próximas a la de la luz. Pero eso no son más que teorías.

El caso es que es físicamente imposible mover un cuerpo de tres dimensiones en la dimensión temporal, salvo que no sea por su curso natural. Y no es una cuestión de cantidad sino de cualidad, pues igual de difícil es mover a dicho cuerpo un segundo hacia atrás o delante, como un kilómetro. Esto sería como intentar que una piedra inerte se moviese por sí misma, sin que sobre ella actuase fuerza externa alguna. Para esa piedra tan difícil será moverse un milímetro que un kilómetro.


Siendo así resulta absurdo plantearse adivinar el futuro desde el presente, dando igual si queremos saber lo que pasará dentro de un minuto que dentro de tres semanas, pues no tenemos la capacidad de movernos por la dimensión temporal.

La teoría de las señales de onda.

Pero si bien es cierto que no es posible el traslado temporal de cuerpos físicos y tridimensionales, entre otras cosas, porque eso trasgrede todas las leyes de la termodinámica, un aspecto que está poco estudiado es el de envío de señales no físicas, como ondas magnéticas.

En física, una onda consiste en la propagación de una fluctuación o perturbación en alguna propiedad del espacio, por ejemplo, densidad, presión, campo eléctrico o campo magnético, implicando un transporte de energía sin transporte de materia. El espacio perturbado puede contener materia o no.

Se trataría de que en el presente recibiésemos de alguna forma ondas percetibles que nos diesen información sobre lo que pasará dentro de dos minutos o una hora.

Deberían ser señales muy sencillas, como las clásicas de un golpe significa no, y dos golpes significan sí. Y cuando digo golpes debe entenderse cualquier señal perceptible, como elementos luminosos, auditivos o sensaciones sensoriales.

Yo entiendo que la dificultad de transimisión de esa comunicación del futuro al presente debería ser directamente proporcional a la distancia temporal. Dicho de otro modo, debería ser más sencillo enviar una señal a dos minutos del presente que desde una distancia de una hora, una semana, ect.... porque se entiende que a mayor distancia, mayores serían también las interferencias.

Pero aun siendo un minuto el margen que consiguiéramos vencer, bastaría para hacernos millonarios. Es cierto que con un minuto no podemos rellenar una lotería primitiva, pero sería suficiente para conseguir una ventaja en el póker, o mejor aun, ganar apuestas sencillas de dos opciones como las binarias de la ruleta, me refiero al clásico rojo y negro, par e impar o número bajo y número alto. O las binarias de las apuestas deportivas, como por ejemplo los over under del número de goles.

Imagínate que justo cuando se marcase un gol, enviásemos la señal a nuestro yo del pasado advirtiéndolo, especialmente cuando la cuota fuese alta, pues el mercado estima que ya no van a haber más goles. A eso sí que lo llamaría yo surebets, esto es, apuestas seguras.

La solución no es fácil.

No lo es, pues si lo fuera, alguno de esos cerebritos tipo Mark Zuckerberg o Bill Gates, que son de los más inteligentes del planeta, hace ya siglos que hubieran dado con la respuesta, sobre cómo enviar señales al pasado.

Sin embargo quizás no hayan dado con la clave porque sus prejuicios les han aconsejado no perder ni un minuto en algo que a primera vista parece un tanto absurdo.

Yo por mi parte voy a ponerme a investigarlo, claro que si doy con la solución no esperéis que la comparta. Si acaso seré generoso con todos aquellos que se suscriban a mi canal y pulsen like a este vídeo.

Y eso fue todo amigos. Un saludo cordial y hasta otra.

martes, 19 de marzo de 2024

Recomendación. Reglas Básicas para jugar al Póker Texas Hold'em Sin Límite

Las Reglas Básicas del Póker Texas Hold'em Sin Límite

Si estás comenzando a adentrarte en el mundo del póker Texas Hold'em sin límite, es fundamental entender las reglas básicas y adoptar estrategias inteligentes para tener éxito en la mesa. En este artículo, te proporcionaremos consejos prácticos que te ayudarán a mejorar tu juego y maximizar tus posibilidades de ganar.

1. Controla la Iniciativa del Juego

Una de las reglas de oro del póker es nunca llevar la iniciativa del juego, especialmente cuando tienes una buena mano. Si revelas demasiado pronto la fortaleza de tu mano mediante una subida de apuestas, podrías ahuyentar a tus adversarios y limitar el crecimiento del bote. En cambio, sé discreto y permite que otros jugadores lideren la acción, manteniendo así la incertidumbre sobre la calidad de tu mano.

2. Mantén la Incógnita con tus Cartas Privadas

El secreto de tus cartas privadas es tu mayor aliado en el póker. Deja que otros jugadores suban la apuesta, incluso si tú tienes una mano fuerte. Esta estrategia te permite mantener el misterio en tu juego, ya que tus oponentes nunca estarán seguros de la fuerza de tu mano. Recuerda, en el póker, la habilidad para engañar a tus adversarios es tan importante como tener una buena mano.

3. Controla tus Gestos y Evita Hablar durante la Partida

Los gestos triunfalistas o catastróficos pueden revelar información valiosa sobre la calidad de tu mano. Mantén una expresión neutral y evita hablar durante la partida para evitar dar pistas innecesarias a tus oponentes. Recuerda que estás compitiendo con jugadores que conocen el juego tanto como a las personas, por lo que cualquier señal que puedas dar será aprovechada en su beneficio. 

Y sí, es cierto que algunos jugadores profesionales se hacen el idiota o el patoso para engañar a sus adversarios, pero ese es un arte que tienes que controlar como un auténtico genio para triunfar en el póker. Si eres de los mediocres, abstente de hacerte el héroe.

4. Toma Decisiones Estratégicas en el Preflop y el Flop

En el preflop, si recibes dos cartas con un valor igual o superior a diez, considera continuar en la mano. De lo contrario, es prudente retirarte, a menos que estés en la ciega grande y nadie haya subido la apuesta. En el flop, si no has logrado ninguna combinación y no estás cerca de formar una mano fuerte, es sabio desechar tus cartas y esperar una mejor oportunidad.

Es cierto que por azar del destino también es posible ganar con una mano débil, pero piensa que el riesgo que conlleva no merece la pena dejarlo todo a merced de que ocurra el milagro. Mejor sé realista y tira las cartas, pues ya se presentarán mejores ocasiones.

5. Comprende las Probabilidades y la Importancia del Número de Jugadores

Es crucial entender que las probabilidades de ganar en el póker son inversamente proporcionales al número de jugadores en la mesa. Cuantos más jugadores haya, menores serán tus probabilidades de éxito. Por lo tanto, necesitarás ajustar tu estrategia y jugar de manera más conservadora en mesas con más competencia.

6. Mantén una Actitud Realista y No te Dejes Llevar por las Leyendas

Por último, pero no menos importante, recuerda mantener una perspectiva realista sobre el póker como juego de habilidad y su relación con la suerte. Aunque el póker puede ofrecer oportunidades de ganar dinero, también conlleva riesgos significativos. No te dejes llevar por las historias de grandes fortunas y leyendas del póker; en cambio, enfócate en mejorar tu habilidad y tomar decisiones informadas en la mesa.

En conclusión, dominar las reglas básicas del póker Texas Hold'em sin límite es fundamental para tener éxito en este emocionante juego de cartas. Adopta estrategias inteligentes, mantén la calma bajo presión y recuerda que la paciencia y la prudencia son virtudes cruciales en el mundo del póker. ¡Buena suerte en las mesas!

domingo, 17 de marzo de 2024

Ayer perdí todo mi fondo de apuestas por hacer el idiota ¿Os suena?

Ayer perdí 20 pavos por hacer el idiota.

Y digo bien, ayer perdí 20 pavos en las apuestas deportivas por hacer el idiota. 

Supongo que esto que os voy a contar os sonará a todos un poco. Resulta que iba yo ganando con mi estrategia de apostar al under 0,5 over 1,5 de la primera parte, pero mira por donde el juego se me torció tres veces seguidas, y por querer conseguir recuperarme de manera rápida, pues lancé un órdago en un partido, apostando todo mi fondo a una apuesta over. 

Lo peor es que me salió bien, lo cual hizo que mi cerebro se emborrachase de euforia, pensando que ya era el puto amo y que si lo hacía una próxima vez, también me saldría bien.

Y no me equivoqué, pues me volvió a salir bien.

A pesar a la larga experiencia que tengo en las apuestas deportivas, cometí el primer error que jamás debe cometer el apostador deportivo, y es la de abandonar la disciplina de juego, dejarte llevar por la alegría del momento y convertirte en un impaciente de cojones, de esos que quiere ganarlo todo rápido y de una vez. 

La consecuencia no se hizo esperar. Aposté una tercera vez con la lo que tenía a una apuesta "segura", de esas que son "imposibles de fallar", pero fallé y perdí.

Me entró la consecuente ataque de rabia, y volví a apostar la otra mitad, el resto que me quedaba, a otra apuesta, pero esta vez no tan segura pues "tenía que apostar a una cuota alta para recuperar todo lo perdido".

Volví a perder, pero esta vez mi saldo se quedó a cero patatero.

Como digo no supuso una ruina pues fueron 20 pavos. Pero quiero que entendáis que si esto lo trasladamos a un juego profesional de varios miles de euros los podía haber perdido también.

Por eso yo no soy profesional de las apuestas deportivas. Y no puedo serlo, no porque desconozca la teoría del juego, la cual conozco muy bien, sino porque resulta que la presión psicológica me puede y mi tendencia natural es la de hacer lo que no debo hacer más temprano que tarde. 

Si al escuchar esto es como si os estuvierais mirando al espejo, habéis acertado: vosotros tampoco estáis hechos para esto de las apuestas. Y eso amigos, no se cura con terapia, porque se lleva implícito en vuestro cerebro como un chip de fábrica. Por más que lo intentéis, no podréis luchar contra vuestro adn.

Porque si llego a continuar con mi técnica del pasito a pasito, céntimo a céntimo, aun hoy seguiría con mis 20 pavos, con sus fluctuaciones de pérdidas y ganancias, y no os estaría contando mis penas, medio llorando apoyado en la barra de un bar mientras me tomo un cubata ya medio ebrio. 

Eso pasa por no tener paciencia y ser codicioso, y como el refrán dice, la codicia rompe el saco. En el caso de las apuestas, la codicia te hace perder. Es el maldito problema que tenemos todos aquellos que somos ludópatas sin querer reconocer que lo somos, que no sabemos llevar un control del juego, y mucho menos autocontrolarnos. 

Así que mi consejo de amigo es que si tú observas que no sabes controlarte, mejor ni te acerques al juego, porque lo más seguro es que al final te verás envuelto en una vorágine de euforia o rabia que te harán perder el norte de donde estás y a lo que estás, y de paso perder todo tu fondo.

Pero si tu te consideras un tipo que sabe controlarte, y que por tanto haces el idiota las veces justas y necesarias, pues te invito a que practiques una técnica tan vieja como el de la progresión aritmética con el under 0,5 u over 1,5 de la primera parte. 

Sigue la progresión de apuestas 1, 2, 3, 4, 5, ..... n y al final terminarás ganando. Sigue la progresión del imbécil, esa que consiste en lanzar órdagos con todo lo que tienes para compensar las pérdidas y al final perderás todo tu cash, y volverás a preguntarte ante el espejo "por qué tuve que hacerlo cuando no había ninguna necesidad...". Son lamentaciones de perdedor.

viernes, 15 de marzo de 2024

La estrategia más sencilla de todas el over under en la primera parte

Hola amigos. 

Todos sabemos que los inventos que mejor funcionan son los más simples. No tenemos más que echar un vistazo al invento de la rueda, la fórmula de la relatividad de Einstein, la máquina de vapor o el motor eléctrico de inducción de corriente alterna, creado por la mente privilegiada de Nicola Tesla. Todos ellos nos han revolucionado la vida, y si bien llegar a ese fin llevó tras de sí un largo camino, la conclusión es tan fácil de explicar como que el cielo es azul.

Con las apuestas deportivas pasa un poco lo mismo. Cierto es que ganar en las apuestas es cualquier cosa menos fácil, entre otras cosas porque están creadas bajo un sistema que recorta la probabilidad en favor de la casa y en contra del jugador. 

Porque si bien es cierto que las cuotas las marca el mercado de apostantes, que no la casa como muchos creen, también lo es que la casa nunca pierde, pues sus ganancias las obtiene realizando un pequeño descuento a las cuotas, y con ello del fondo destinado a premios

Debido a esto, las cuotas no reflejan realmente la probabilidad real, sino que están aumentadas debido a ese recorte del que hablaba. Esto lo explico en otro vídeo que indico aquí arriba, por lo que no me extenderé en más explicaciones.

Decía que los inventos que mejor funcionan son los más sencillos. Lo mismo podríamos decir de las estrategias de apuestas, como una que os vengo a proponer. Se trata de apostar al under 0,5 y over 1,5 de la primera parte de los partidos de fútbol.

En este sentido aprovecho para hacer una crítica constructiva a Javier Lopeix, y otros youtubers quienes dicen que son "apostadores profesionales que ganan dinero con las apuestas". 

De un lado pienso que si realmente son apostadores profesionales y que ganan dinero con las apuestas ¿Qué hacen que no se dedican en cuerpo y alma al noble arte de las apuestas, en vez de perder el tiempo con nosotros, ignorante y poco legos con el mundo de las apuestas? 

Y de otro lado, aunque fuera cierto que, a pesar de ganar dinero con las apuestas, aprovechan parte de su tiempo para la docencia en esta materia ¿Por qué nunca les vemos haciendo demostraciones de campo en vivo y en directo para que todos veamos que sus teorías son ciertas, y que además con ellas consiguen tener saldo positivo? 

Porque el movimiento se demuestra andando, pero a todos estas personas que se dedican a predicar sin dar trigo no les veo ningún resultado salvo el que ellos dicen y que nos tenemos que creer porque lo dicen ellos, como si su palabra implicase algún tipo de acto de fe.

Yo me creeré que Javier Lopeix y otros muchos como él tienen realmente talento para esto de las apuestas cuando realicen sus pronósticos antes de que se celebren los partidos, y veamos los resultados obtenidos después de los partidos.

Por otra parte me resulta curioso que en concreto Javier Lopeix insiste mucho en el tema de la búsqueda del "valor" de la cuota, sobre que hay que buscar aquella cuya probabilidad implícita sea menor a la real. 

A esto yo le respondo que eso supone ser más listos que el propio mercado de apostantes, pues en dicho mercado participan las mentes más lúcidas del planeta tierra, y que por supuesto son muchos más listos que nosotros. 

Dar un valor de probabilidad mayor a una cuota que la que ofrece el mercado, en mi opinión supone que seamos unos niños superdotados, con un nivel de conocimientos de la estadística de juego muy superior al de ese mercado. Hombre, siempre cabe la posibilidad de que así sea, aunque si así fuera, no dedicaríamos ni un minuto a ver vídeos sobre cómo ganar en las apuestas deportivas.

Si a esto le sumamos que ese valor de ventaja jamás lo vamos a encontrar, dado que, como ya he explicado, la casa realiza una mordida a las cuotas para así obtener su comisión, es imposible que la tesis de Javier se pueda materializar en el mundo real.

Pero bueno, vamos al lío. Se en la estrategia que yo propongo se trata de trabajar con partidos que estén a punto de empezar. Hay que echar un vistazo a la parrilla de apuestas over under de la primera parte  y ver cómo está la relación under 0,5 y over 1,5. 

Me refiero a la primera parte porque en las apuestas deportivas, como cualquier actividad con ánimo de lucro, no sólo se trata de buscar la rentabilidad, sino también de aminorar el tiempo para conseguir la misma. Porque el tiempo también es dinero. Y está claro que en este sentido siempre ahorraremos más tiempo si apostamos a un resultado de la primera parte que de todo el partido.

De lo que se trata es de apostar por la cuota menor de entre las dos seleccionadas, esto es, el under 0,5 y el over 1,5, puesto que la cuota menor es la lleva implícita la probabilidad mayor según el mercado. 

Naturalmente no hablamos de apuestas seguras, pero sí con una pequeña ventaja puesto que reciben la bendición del mercado, y en el medio y largo plazo se traducirá en un mayor porcentaje de acierto para nosotros.

En el caso de que fallemos, aplicaremos una progresión aritmética en la forma 1 2 3 4 5...., añadiendo una apuesta unidad a la anterior, y restaurando la apuesta a la unidad cuando hayamos superado la pérdida acumulada.

Y veámoslo con un ejemplo.

Apostamos en un partido 1 euro a over 1,5 cuota 2,50 perdemos

Pérdida acumulada 1 euro.

Apostamos en el siguiente partido 2 euros under 0,5 cuota 2,30 perdemos

Pérdida acumulada 2 euros.

Apostamos en el siguiente partido 3 euros under 0,5 cuota 2,50 ganamos.

Pérdida acumulada 1+2+3 = 6 euros.

Ganancia acumulada 3x2,50 = 7,50 euros.

Balance total 7,50 - 6,00 = +1,50 euros.

Dado que hemos superado la pérdida acumulada y hemos tenido ganancia, la apuesta se restaura a 1 euro.

En el caso que en una tercera vez perdiésemos nuevamente, añadimos un euro a la apuesta, con lo qué esta sería igual a 4 euros. Y así sucesivamente hasta que 1º ganemos y 2º hayamos superado la pérdida. Porque si ganamos pero no superamos la pérdida tendríamos que seguir añadiendo unidades a la progresión.

Y hasta aquí el vídeo de hoy. Un saludo y hasta otra.