martes, 26 de octubre de 2021

Cuatro leyendas urbanas en torno a las apuestas deportivas.

Existen cuatro leyendas urbanas en torno a las apuestas deportivas. A saber. 

  1. La casa pone las cuotas.
  2. Juegas contra la casa.
  3. Se limita a los jugadores ganadores.
  4. Las casas se forran.

La casa pone las cuotas.

Se dice y se cuenta que las casas disponen de expertos contratados para diseñar la cuota más adecuada para cada apuesta. A dichos expertos se les denomina tipters en inglés. Otras veces se compra el servicio a unas empresas denominadas "data providers" (proveedores de datos).

Esto es falso. Sería una temeridad poner los multiplicadores de manera calculada en un evento deportivo cuyo resultado final es siempre una incógnita y la probabilidad es también siempre subjetiva pues está basada en la estadística. Si esto fuera así bastaría un sólo error para que la casa se encontrase con una sorpresa en forma de pago multimillonario, derivada de una cuota no acorde con un resultado final inesperado.

La realidad es que las cuotas van evolucionando según la Ley de la Oferta y la Demanda, y las marca el propio Mercado de apuestas en función del dinero que va entrando en cada opción. Lo que sí hace la casa es colocar  las cuotas pero a partir de las cantidades que el Mercado invierte en cada opción de un evento.

La cantidad invertida en un evento supone el bote de ese evento, y cada opción cuenta con una probabilidad que es la resultante de dividir la cantidad particular entre el total:

Probabilidad de una opción = Cantidad invertida en esa opción / Cantidad total.

De todos es sabido que existe una relación inversamente proporcional entre la cuota y la probabilidad, de manera que a mayor demanda de una apuesta, menor será la cuota resultante y viceversa. La ecuación para calcular la cuota a partir de la probabilidad o viceversa es bien sencilla:

Cuota = 100/probabilidad.

Juegas contra la casa.

Deriva de la primera leyenda, y es que las apuestas deportivas no son como la Ruleta o el Black Jack donde sí juegas contra la casa, y si ganas el premio lo obtienes de los fondos del casino. 

El caso de las apuestas deportivas funciona más como un sistema de apuestas mutuas, donde el dinero que obtienen los ganadores procede de los perdedores. ¿Y qué gana la casa? Pues un porcentaje del monto final acumulado. Esto lo vimos en otra entrada en el que se explicaba que la fórmula consiste en rebajar el multiplicador de las cuotas para compensar este margen que se queda la casa. Dicha rebaja se obtiene añadiendo un exceso de porcentaje a la probabilidad de cada apuesta.

Se limita a los jugadores ganadores.

Este es otro mantra del que incluso se han hecho eco muchos medios de comunicación que dan por hecho que es cierto. Lo de la limitación a los jugadores ganadores es falso en algunos casos, y un error de apreciación en otros. Sin embargo las limitaciones son ciertas pero no en la manera en que se han popularizado.

Ocurre que al ser un sistema de apuestas mutuas resulta absurdo que la casa desee limitar a un jugador ganador, cuando este es su mejor publicidad. 

De todo lo invertido en un evento de varias apuestas excluyentes, la casa se queda con un pequeño porcentaje del monto total dejando el resto para premios. Siendo así es un poco absurdo que la casa te limite por ganar dado que es un hecho que no le perjudica, sino al contrario.

Vayamos por partes, viendo las dos situaciones en las que efectivamente se limitan las apuestas, bien a todos los jugadores o bien a jugadores concretos.

a) Limitación a todos los jugadores derivada de la falta de fondos para respaldar una apuesta.

Lo que sí ocurre a veces es que hay un error de apreciación por parte de algunos jugadores, pues las apuestas se limitan cuando no hay fondos suficientes para respaldar una cantidad de apuesta superior a un umbral. 

Veámoslo con un ejemplo.

Supongamos un evento donde hay un depósito de 300 euros, y una de las cuotas es @3,00. Si intentas apostar una cantidad igual a 200 euros la casa no te dejará dado que si ganas tendría que retornar a tu favor 600 euros, cuando sólo habría 300+200 = 500. En las casas menores los fondos suelen ser incluso menores, y por eso es frecuente que una apuesta te la limite a uno o dos euros máximo. 

b) Limitaciones a jugadores concretos por mostrar síntomas de ludopatía.

De otro lado tenemos a los jugadores ludópatas y compulsivos que invierten dinero constantemente y de manera descontrolada. En este caso la casa suele disponer de un algoritmo que detecta una serie de apuestas elevadas y que corresponden a un perfil de jugador de pocos recursos. 

Y como la casa no quiere muertos sobre la mesa ni desgracias personales que puedan salpicarla, limita a estos jugadores para evitar que caigan en bancarrota.

Téngase en cuenta que una noticia de este calibre es una pésima publicidad para las casas que ya de por sí gozan de una pésima prensa. 

Puede comprobarse que en el pie de página de todas las webs de apuestas figuran unos enlaces hacia programas encaminados a la autoexclusión de jugadores compulsivos y psicológicamente inestables. También se recomienda al público en general que utilice el juego y las apuestas como una modalidad de ocio, pero no como negocio, pues el hacerlo puede conducirles a la ruina económica y personal.

Las casas se forran.

Esto también es falso. 

Vale que las casas ganan dinero como cualquier negocio, pero hay que tener en cuenta el exceso de competencia que tiene el sector, los gastos derivados del mantenimiento de unas webs carísimas, y que si bien es cierto que mueven millones de euros al cabo del mes, de esa cantidad sólo se llevan un pequeño margen, alrededor del 8% en concepto de comisiones. Pero esto antes de impuestos, porque si tuviésemos que valorar la ganancia neta después de los gastos corrientes e impuestos, es muy probable que el beneficio neto no supere el 2%.


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jueves, 21 de octubre de 2021

Cómo se calculan las cuotas en las apuestas deportivas.


¿Sabes cómo calculan las cuotas las casas de apuestas? Bueno en realidad las cuotas no las calculan las casas, sino el propio Mercado en un proceso de oferta y demanda.

Definimos antes a qué se llama evento en las apuestas deportivas.

Un evento se define como aquel hecho futuro susceptible de contar con varias posibilidades de que suceda bajo distintos resultados. Todos estos resultados son excluyentes entre sí. Esto quiere decir que si una gana, las restantes pierden. No puede haber más de una apuesta ganadora, y tampoco ser todas perdedoras.

Cada resultado probable puede convertirse en una apuesta. 

Se llama resultado a como queda un evento tras finalizar su periodo de vigencia, que no tiene por qué coincidir con el final del encuentro deportivo. Uno ejemplo claro es la apuesta a ganador del primer set en los partidos de tenis, donde el evento finaliza antes de que el encuentro termine.

En dicho resultado necesariamente debe haber una apuesta ganadora y una o varias perdedoras, salvo anulación del encuentro o de la apuesta. Si por ejemplo la apuesta al evento resultado de sets el partido quedó dos sets ganados para el jugador A y uno ganado para el jugador B, quiere decir que resulta ganadora la apuesta final del partido 2-1, resultado perdedoras las tres apuestas restantes para el 2-0, 0-2 y 1-2.

Otro evento clásico podría ser el famoso 1-X-2 de los partidos de fútbol, también denominado "resultado final del encuentro". En un partido puede ganar el equipo local (1), ganar el equipo visitante (2) o empatar (X). Como ya se dijo cada resultado es excluyente de los otros dos. Si el partido lo gana el equipo visitante, las apuestas X y 1 resultarán perdedoras. Es imposible que existan más de una apuesta ganadora dentro de un mismo evento.


Tipos de evento.

Según el número de posibilidades con la que cuenta un evento, la apuesta puede denominarse binaria, triple, cuádruple, etc.. La apuesta más frecuente y popular es la binaria en la que el evento cuenta con dos posibilidades. Tal es el caso de las apuestas over-under de goles en partidos de fútbol, donde por ejemplo sólo existen dos posibilidades: que el partido finalice por debajo de esa cantidad de goles o under, o por encima u over. Otro buen ejemplo de apuesta binaria son el resultado a ganador en lo partidos de tenis, ya que sólo pueden ocurrir dos cosas, o que gane el jugador 1 o el 2. Una tercera posibilidad es que se suspenda el partido, pero en ese caso la casa devuelve las cantidades apostadas a los jugadores.


Qué son las cuotas.

Se denomina cuota al multiplicador que se aplica al retorno de la cantidad apostada. Necesariamente este multiplicador tiene que ser superior a la unidad, pues si fuese inferior el retorno sería inferior a la cantidad apostada, y entonces no habría incentivos para la apuesta.


Cómo se expresa la cuota.

El multiplicador puede expresarse mediante un número decimal o en modo fraccional. Las casas suelen ofrecer a los apostantes que las cuotas se muestren de una u otra forma, aunque el modo por omisión suele ser el decima. Veamos un ejemplo:

  • Modo decimal: @1,43
  • Modo fraccional: 10/7
En este caso concreto el modo fraccional indica que de cada diez jugadores que han apostado, siete lo han hecho a esa opción. El numerador siempre tiene que ser superior al denominador, pues en caso contrario el multiplicador sería inferior a uno, y el retorno posible sería inferior a la cantidad apostada.

Ambas modalidades representan el mismo multiplicador pero expresado en dos formas distintas.

Esto llevado a la práctica significa que si apostamos 5 euros a la cuota 1,43, si ganamos obtendremos un retorno de 5 x 1,43 = 7,15 que en términos netos supone una ganancia de 7,15-5,00 = 2,15 euros.

Como convención las cuotas decimales suelen ir precedidas del signo arroba en la manera @1,43 y de esa forma se tiene claro que la cifra se refiere al multiplicador de la cuota.


Cómo se calculan las cuotas.

Al presentarse un determinado evento comienza una negociación entre la oferta y la demanda de cada apuesta. El mercado se postula invirtiendo una cantidad de dinero en cada apuesta. A todo el dinero invertido en el evento se le denomina fondo de liquidez, que supone el 100%. Esto no es del todo exacto como más adelante veremos, puesto que de ese fondo la casa se lleva un pequeño porcentaje.

El fondo disponible se reparte entre las distintas apuestas, contando cada una de ellas con su porcentaje correspondiente. Con ello se establece la proporción en cada apuesta, y con ello se define el multiplicador. Veámoslo con un ejemplo simple de apuesta binaria.

Juega el Real Madrid contra el Zaragoza. Una parte de los apostantes invierte 350.000 euros a que el partido terminará con un over 2,5 goles, esto es, se marcarán tres o más goles.

La otra parte de los apostantes invierte 200.000 euros a que dicho partido terminará con un under 2,5 goles, esto es, se marcarán dos o menos goles.

El fondo de liquidez sería 350.000 + 200.000 = 550.000.- euros.

Con estos datos calculamos el porcentaje que corresponde a cada apuesta:

Over 2,5  = 350.000/550.000 = 63,64%

Under 2,5 = 200.000/550.000 = 36,36%

Para convertir estos porcentajes en cuotas de apuesta se divide 100 entre cada porcentaje:

Over 2,5  = 1,57

Under 2,5 = 2,75

Esto es lo que denominamos cuotas perfectas, ya que todo lo que han invertido los perdedores se lo llevarían los ganadores. Se trata pues de un sistema de apuestas mutuas con una suma igual al 100%.

Naturalmente estas cuotas no son fijas, sino que se van moviendo según el mercado vaya invirtiendo en una u otra opción.

Pero si las cuotas son perfectas ¿Qué se lleva la casa?

Efectivamente lo anteriormente expuesto representa una situación ideal en la que todo el fondo de liquidez se lo llevan los ganadores. Pero si esto fuera así la casa no obtendría ganancia alguna. ¿Qué interés tendría entonces en actuar como intermediario y gestor de las apuestas?

La ganancia de la casa suele obtenerla realizando una mordida al fondo de liquidez, al igual que se hace por ejemplo con las loterías primitivas o la quiniela, que son ejemplos claros de apuestas mutuas.

La mordida no es una cantidad fija, sino un porcentaje del fondo de liquidez. Varía de una casa a otra, pero suele oscilar el 8% por evento. Esto quiere decir que de cada euro que entra en una apuesta, la casa se queda con ocho céntimos, dejando los noventa y dos restantes para el fondo para la apuesta ganadora.

Ese es el motivo de por qué la suma de los porcentajes de un evento siempre superan el 100% teórico, aproximándose más al 108%. Ese defecto es debido a que debe existir un margen para la casa, que es el llamado exceso de porcentaje. Aunque parece una contradicción cuanto mayor es el porcentaje menor es la cuota, de ahí el exceso.

Para reajustar las cuotas y adaptarlas a esta realidad, lo que hace la casa es añadir un margen al porcentaje a cada apuesta, de manera que en su conjunto sume ese 8%. Suele añadirse un poco más de exceso a las opciones más dominantes y menos a las más recesivas, y suelen ser dinámicas en el sentido que se añade más o menos porcentaje según la evolución de la cuota.

Veámoslo con un ejemplo que estoy viendo ahora mismo en la oferta de Betfair.

En un partido el over 2,5 se paga a @2,00 y el under a @1,72.

Si calculamos los porcentajes de cada apuesta obtenemos:

Over  = 1/2,00 = 50,00%

Under = 1/1,72 = 58,14%

Si sumamos ambos porcentajes nos sale 108,14%. Ese 8,14% de exceso de porcentaje es lo que se lleva la casa del fondo de liquidez. Supongamos que hay un reparto igual para cada evento. En ese caso cada cuota o multiplicador debería tener un valor mayor:

Porcentaje añadido a cada apuesta 8,14/2 = 4,07

Over  = 50,00% - 4,07 = 45,93% --- que expresado en cuota es @2,18, originalmente @2,00

Under = 58,14% - 4,07 = 54,07% --- que expresado en cuota es 1,84, originalmente @1,72

Observamos que si la casa no se llevase su margen, los ganadores obtendrían una ganancia superior puesto que el multiplicador de la cuota también lo es.

Por eso a la casa le da igual si ganas o pierdes porque siempre se va a llevar un porcentaje de lo que tú inviertas. A la casa lo que realmente le interesa es que haya muchos apostantes y mucho dinero entrante, pues cuanto más dinero entre mayor será la comisión de ese 8%. No es lo mismo el 8% de 100 que de 1000.

Las cuotas tienen un valor inversamente proporcional a su relevancia.

De todo lo explicado se deduce que cuanto más crece el dinero invertido en una cuota más baja ésta y más suben las opuestas. 

Por poner un ejemplo exagerado, en un evento de apuesta binaria donde existe la opción A y B, y en la opción A se ha invertido 300 euros  en la B 10 euros, la opción más relevante es la A y su cuota sería 300/(300+10) = 96,77% = @1,04; y por otra parte la cuota de la opción B sería 10/(300+10) = 3,23% = @30,95

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Y aquí termina el artículo. Espero que te haya gustado.