domingo, 12 de mayo de 2024

probabilidad de marcar un gol en la primera parte

 La probabilidad de que en la primera mitad de un partido de fútbol se marque al menos un gol.


Si analizamos la media de todos los partidos de fútbol, respecto al número de goles de la primara parte se suele cumplir la ley del tercio:

1/3 Quedan 0-0, cero goles.
1/3 Se marca un gol.
1/3 Se marcan dos o más goles.

Eso quiere decir que la probabilidad de que en un partido de fútbol se marque al menos un gol es del 2/3 = 66,66%.

Siendo así, la probabilidad de que se marque un gol en un minuto determinado es del 1,48% porque 66,66/45 = 1,48

La probabilidad de marcar un gol se va reduciendo a medida que avanza el tiempo, por eso la cuota del over 0,5 va en aumento (menor probabilidad, mayor cuota).

Una fórmula que podemos emplear es la del cálculo aleatorio sobre 148 números. Si sale el 1 habrá un gol. Si sale cualquier otro número no habrá gol.

El partido tiene 45 minutos, luego podemos hacer el cálculo antes de cada minuto, así hasta 45 veces.

jueves, 18 de abril de 2024

Bitácora apuestas ruleta

 19-04-2024 de madrugada

Jugamos a seisena única, modo automático, apostando a la segunda más coincidente: resu

ltados muy buenos.


Jugamos también a seisenas de apuestas diferenciadas y los mejores resultados se obtienen marcando las seisenas intermedias. 





También funciona bien seisenas por agotamiento, selección tres inversa con reinicio









domingo, 14 de abril de 2024

La estrategia de la progresión aritmética en apuestas de fútbol

La estrategia de la progresión aritmética en apuestas de fútbol consiste en sumar una vez tu apuesta unidad cada vez que pierdes, hasta conseguir superar la pérdida acumulada y tener ganancia. A partir de ese momento la apuesta se restaura a la unidad, y comienzas un nuevo ciclo.

Se recomienda utilizar apuestas binarias, de dos opciones como los famosos over under de goles o ganador a partido de tenis. Igualmente se recomienda la cuota menor, aunque también puede utilizarse la cuota mayor. La cuota menor tendrá una frecuencia de éxito mayor, aunque en caso de pérdida tendrás un proceso de recuperación menor. Todo lo contrario ocurrirá con la cuota mayor, donde si bien es cierto que perderás más menos, cuando ganes lo harás con mayor cantidad, luego la recuperación de las pérdidas tendrá un coste menor en término de número de apuestas ganadas.

Veamos esta técnica mediante el siguiente ejemplo, y empleando partidos reales. Emplearemos el over 1,5 goles.

FK Qabala vs PFK Turan Tovuz. Cuota @1,29. Apostamos 1 euro. Perdemos.

Pérdida acumulada 1 euro.

HNK Orijent 1919 vs Zrinski Jurjevac. Cuota @1,34. Apostamos 2 euros. Perdemos.

Pérdida acumulada 1+2 = 3 euros.

Boluspor vs Umraniyespor. Cuota @1,29. Apostamos 3 euros. Ganamos. Retorno de 3,87 euros. Ganancia neta 0,87

Pérdida acumulada 3 - 0,87 = -2,13.

Como no hemos superado la pérdida acumulada continuamos con la progresión. En la próxima apuesta invertiremos 4 euros.

Mjallby vs AIK. Cuota @1,35. Apostamos 4 euros. Ganamos. Retorno de 5,4 euros. Ganancia neta 1,40 euros.

Pérdida acumulada 2,13 - 1,40 euros = -0,73 euros. 

Leiria vs Vilaverdense. Cuota @1,24. Apostamos 5 euros. Ganamos. Retorno de 6,2 euros. Ganancia neta 1,20 euros.

Pérdida acumulada 0,73 - 1,20 euros = +0,47 euros. Tenemos saldo positivo así que en la próxima apuesta restauraremos nuestra apuesta unidad, y apostaremos un euro comenzando con ello un nuevo ciclo.

Téngase en cuenta que los partidos de fútbol de media suelen superar el over 1,5 goles en un 70% de veces, por lo que también de media acertaremos siete apuestas de cada diez efectuadas.

Si optamos por el under 1,5 cuya media de éxito es del 30%, se invierte el prónostico de ganancias, aunque teniendo en cuenta que la cuota sueles superar el multiplicador por tres, cuando ganemos podremos superar la pérdida a mucha mayor velocidad que con el over 1,5.

jueves, 4 de abril de 2024

Varios vídeos cortos.

 Corto 1. Adivinar el futuro del próximo minuto.

Hay quien piensa que para hacerte millonario necesitarías conocer el futuro de aquí a una semana, o un mes quizás. O tal vez realizar un viaje al pasado, lo cual supondría un modo inverso de conocer el futuro.

Realmente para conseguir el éxito económico y llenarte los bolsillos bastaría con tener la capacidad para saber qué va a pasar de aquí a un minuto. Con un minuto podrías saber, por ejemplo, qué número será el próximo que salga en la ruleta, o si en un partido de fútbol se marcará el próximo gol. 

Así que ya tienes tarea para mañana, y es conseguir la manera de adivinar el futuro para dentro de sesenta segundos. Una vez tengas la fórmula, la fortuna será el próximo paso.

Corto 2. Hay que apostar a aquellos grupos que está por debajo de la media.

La Ruleta es quizás el juego de azar donde puedes ganar o perder el dinero más rápido, pues la diferencia entre el éxito o el fracaso sólo dista el tiempo que hay entre giro y giro.

Desde siempre te contaron que la mejor manera de ganar es seguir la tendencia de juego, o dicho de otro modo, aquellos números o grupos que son más frecuentes. Esta percepción del juego está basada en un error, porque da por hecho que la probabilidad en la ruleta es variable según qué números. 

La realidad de la ruleta es que todos los números y grupos idénticos, tienen la misma probabilidad de salir, por lo que si unos salen más que otros es debido a la propia dispersión del sistema aleatorio, un reparto desigual que tiene tendencia a compensarse durante los próximos giros. Así que si quieres ganar, deberás apostar por los números más rezagados pues más tarde o temprano deberán igualarse hacia su probabilidad natural.

Corto 3. Ganar en las apuestas deportivas.

Hay quien piensa que para ganar en las apuestas deportivas debes hacer un somero estudio de la estadística de cada partido o evento, analizando punto por punto todos los detalles que hay detrás de ese evento.

Si pensaste eso, estás en un error y de paso perdiendo el tiempo, pues todos esos estudios ya están resueltos en las cuotas. Y resulta que las cuotas son el producto del Mercado de apostantes, que está compuesto por cientos de personas, muchas de las cuales son mucho más listas que tú, y que al igual que tú también quieren ganar, por eso miran muy bien dónde meten su dinero. 

Y por eso la probabilidad que marcan las cuotas están tan ajustadas como permite el conocimiento humano a partir de las mentes más brillantes que existen en el planeta Tierra.

Así que si quieres ganar, en primer lugar no pretendas ser más listo que el Mercado, porque fracasarás. Y en segundo lugar, intenta aplicar una progresión aritmética sobre la base de que el Mercado no da puntada sin hilo, y que tiene bastante menos probabilidades de equivocarse que tú. 

Siendo así una estrategia adecuada sería siempre optar por apuestas binarias, de dos opciones, y elegir siempre la más baja pues es la que cuenta con una probabilidad de éxito mayor.

Aplica la progresión 1, 2, 3 ...n euros hasta superar las pérdidas y obtener ganancias. Una vez lo hayas conseguido, retorna a la apuesta 1 y comienza un nuevo ciclo.

Si apostaste con 1 euro y ganaste, pues dado que no tuviste pérdidas no tendrás que aumentar la apuesta ni aplicar la progresión.

Lo vemos con el siguiente ejemplo.

  • Primera apuesta a cuota @1,34 - ganamos 34 céntimos.
  • Primera apuesta 1 euro a cuota @1,53 - perdemos 100 céntimos. Iniciamos la progresión.
  • Segunda apuesta 2 euros a cuota @1,25 - ganamos 50 céntimos, pero todavía tenemos 50-100 = -50 céntimos de pérdidas.
  • Tercera apuesta 3 euros a cuota @1,39 - ganamos 1,17 céntimos, con lo que 117+50-100 = 67 céntimos de ganancia. Fin de la progresión. En la apuesta siguiente invertimos un euro.

Si quieres ganar deberás comportarte como las hormiguitas. Paso a paso, grano a grano. Porque si pretendes ganar con apuestas de órdago, tendrás menos futuro en las apuestas que el zapatero de Tarzán.

lunes, 1 de abril de 2024

Averiguar el futuro del próximo minuto nos hará millonarios.

Adivinar el futuro ha sido una constante a lo largo de la civilización e historia de la humanidad.

Los objetivos han sido múltiples, pero sobre todo y el más importante es para tener una ventaja frente a los demás para ganar poder y dinero. Si tienes conocimiento de lo que ocurrirá, te podrás adelantar a tus adversarios en todos los sentidos.

Otra forma de conocer el futuro es el método inverso, o lo que es lo mismo viajar al pasado. Si puedes trasladarte a un tiempo anterior al presente, será como conocer un futuro que ya has vivido, y estaríamos en las mismas que si adivinas el futuro.

He escuchado muchas tonterías sobre la utilidad de poder viajar al pasado, como por ejemplo evitar desastres naturales y otras monsergas. Pero detrás de esta excusa paternalista en realidad se esconde el egoísmo más abyecto, y es precisamente el de viajar al pasado para, por ejemplo, jugar ese Euromillones que tenía 160 millones de bote, convirtiéndote así en un millonario más.

Y todo esto que estoy contando no aporta nada sobre lo que ya sabemos porque el poder de adivinar el futuro es algo que todos deseamos, igual que ser más guapos, más listos o más exitosos en la sociedad en la que vivimos. 

Ya sabemos que adivinar el futuro es complicado, por no decir imposible, pero antes de seguir tendemos que definir bien qué es el futuro. Y para ello partamos de los tres tiempos que definen el momento de los acontecimientos: pasado, presente y futuro.

Pasado, presente y futuro.

El pasado es el tiempo que dejamos atrás. Tenemos conocimiento de él, bien por experiencia propia, bien porque nos lo contaron, o bien porque quedó registrado de alguna forma. Tradicionalmente el modo de registrar el pasado era a través de libros escritos, obras de arte, o cualquier otro elemento gráfico. Hoy todo se registra además de mediante documentos escritos, con otros documentos sonoros o de vídeo.

El presente es el ahora, lo que vivimos de inmediato. El presente es sin duda consecuencia de las variaciones del pasado. Es al igual que el pasado un tiempo irreal, que en realidad no existe pues desaparece a cada segundo que pasa.

El futuro es el tiempo que vendrá. Hay quien dice que está escrito, y que por eso es posible anticiparse a él. O al menos eso es lo que aseguran los astrólogos (no confundir con los astrónomos) o los videntes que se ganan la vida echando las cartas del tarot.

Y deteniéndonos el en futuro, porque es el tiempo que ahora nos ocupa, la realidad es que no está escrito, ni se puede predecir, al menos en principio, porque no deja de ser consecuencia de la variación del presente. O si lo prefieres, producto de un conjunto de circunstancias de distinta índole que hace cambiar a nuestro presente. 

Por buscar un símil de física, digamos que son como esas fuerzas que hacen que un cuerpo cambie de trayectoria. El futuro sólo será distinto al presente si existen fuerzas que lo modifiquen.

Predecir el futuro. Parámetros temporales y espaciales. Control y determinismo.

Cuando hablamos de predecir el futuro tenemos que acotar el concepto pues no es lo mismo hacerlo respecto a los próximos minutos, que de aquí a cinco años. Lo mismo para el ámbito espacial, porque no es lo mismo intentar averiguar qué futuro deparará a nuestro entorno más inmediato, que a otro situado a varios kilómetros de donde nos encontramos.

Por otra parte resulta muy fácil averiguar el futuro cuando una determinada situación está bajo mi control, o bien viene marcada por un patrón conocido y que nunca varía.

Respecto del control, yo puedo predecir qué numero saldrá del bombo del bingo, si manipulo dicho bombo y coloco una sola bola con ese número. En ese caso no soy adivino, sino que alguien que tenía el control de la situación, manipuló la máquina para que obtuviese un determinado resultado.

Y si hablamos de determinismo, es fácil adivinar que tras el día llegará la noche, pues así lleva ocurriendo desde siempre. Ídem si pronosticamos que al soltar una piedra en el vacío, ésta caerá por efecto de la gravedad.

Pero lo que resulta difícil es adivinar un hecho que no se ajusta a un patrón determinado como el día y la noche, o que se escapa a nuestro control.

La dificultad de adivinar el futuro es directamente proporcional a la cantidad de tiempo, el espacio de juego y número de variables posibles.

Ya lo apuntamos en un párrafo anterior. Siempre hablamos de conocer el futuro de las cosas en genérico, cuando deberíamos realizar una acotación basada en el qué, en el cuándo, en el dónde y de cuántas opciones posibles contemplamos.

El qué definiría sobre qué cosa queremos saber. ¿Hablamos del tiempo meteorológico, de nuestras relaciones personales, de nuestro trabajo, de un determinado viaje? Dado que este canal va de juegos de azar y sobre todo de ruleta. El qué correspondería a la Ruleta.

El cuándo se refiere a cuanto tiempo queremos delimitar nuestro deseo de saber, a un año visto, un mes, una semana, una hora, un minuto.... Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea el tiempo, más variables actuarán sobre el acontecimiento que buscamos, y por tanto más difícil será de resolver.

El dónde se refiere al ámbito espacial. No es lo mismo intentar averiguar qué ocurrirá a tres metros a la redonda de nosotros en los próximos cinco minutos, a saber qué ocurrirá a cinco kilómetros a la redonda en esos mismos cinco minutos. Seguramente en nuestro entorno ocurrirán pocos cambios, pero a cinco kilómetros es posible que ocurran un montón de cosas. Y no digamos ya si hablamos en un área de cien kilómetros de radio.

Respecto al número de opciones quizás es el parámetro más importante, pues cuántas más opciones posibles sean, mayor será la dificultad. No es lo mismo tener que elegir entre dos opciones que entre tres, cuatro, cinco, etc.. a cada opción que añadimos, la dificultad aumenta de manera exponencial. 

Si sólo hay una opción, ya conocemos cual será el futuro, pues como se suele decir, no nos queda otra. Pero añadiendo una segunda opción la cosa se reparte al 50% entre cada una de ellas. Así es al menos en términos absolutos, pues pudiera ocurrir que existen condicionantes en cada opción que hacen que una sea más probable que la otra. 

Por ejemplo, si metemos en una saca diez bolas de billar, tres de las cuales son blancas y las siete restantes negras, está claro que la probabilidad de sacar una u otra se reparten al 30% y 70% respectivamente. Esto significa que si elegimos la bola negra como opción tendremos un 70% de acertar. Pero no es de esto de lo que hablamos, sino de eventos donde la probabilidad de éxito de cada opción se reparte por igual.

¿Para qué íbamos a querer adivinar el futuro? Objetivos. 

El objetivo de averiguar el futuro no será otro que enriquecernos por medio de lo que no deja de ser información privilegiada. Con ello mejoraremos nuestra calidad de vida, y seguramente podremos dejar de trabajar.

Pero para tal fin no es necesario saber qué ocurrirá de aquí a una semana. Ni siquiera de aquí a un día. Tampoco tendremos que irnos muy lejos, sino limitarnos a medio metro a la redonda que es la distancia que separa a nuestra vista de la pantalla del ordenador.

Sólo necesitamos un minuto para hacernos multimillonarios.

Sesenta segundos es lo que necesitamos porque en ese tiempo podemos resolver cosas tan sencillas como saber cuál será el próximo número que aparecerá en la ruleta, qué cartas tienen los adversarios en el juego del póker, o si se marcará un gol durante el partido que seguimos a través de nuestra plataforma de juego.

Hay quien piensa que lo mejor son 24 horas, y así poder averiguar, por ejemplo, los números de la Lotería Primitiva o mucho mejor el Euromillones. Pero como ya hemos explicado, si resulta complicado saber lo que pasará de aquí a un minuto, conocer el estado de las cosas dentro de veinticuatro horas es mucho más difícil. Por tal motivo seremos poco ambiciosos y nos limitaremos a saber qué ocurrirá de aquí a un minuto.

Y además lo intentaremos hacer lo más sencillo posible, limitando esa predicción a eventos que sólo tengan dos variantes, o si se prefiere, dos opciones. Hablamos por ejemplo sobre de qué color será el próximo número que aparecerá en la ruleta, si será par o impar, si será alto o bajo. O ya si nos referimos a las apuestas deportivas, elegiremos siempre apuestas de dos opciones, como por ejemplo ganador de partido de tenis, los famosos over under de goles en los partidos de fútbol, o si habrá o no tarjetas rojas durante el partido.

Pero es más, ni siquiera buscaremos conocer la respuesta exacta de si ocurrirá o no ocurrirá. Nuestro objetivo será averiguar la opción más dominante, que no siempre es la que elige el mercado de apuestas a través de las cuotas. 

Por ejemplo en un over under de 3,5 goles sería interesante conocer qué opción es más probable, pero a través de la precognición, y no del sentido común que es el que aplica el mercado a través de las cuotas. 

Porque obviamente el mercado establece mayor cuota, cuanto mayor sea dificultad del suceso. Pero como en un partido todo es posible, en términos absolutos es igual de probable que se marquen cero goles en cualquier partido que diez. Todo dependerá de cómo se desarrollen unos acontecimientos que desconocemos.

Busquemos un método eficaz para saber qué pasará de aquí a un minuto en nuestro entorno.

Elegiremos apuestas de dos opciones, cuya probabilidad de acierto en términos absolutos es del 50%. Sí, ya sé que en una apuesta deportiva juegan muchos factores estadísticos, en los que una opción suele tener a priori una mayor probabilidad, pero en teoría cualquier cosa puede pasar. Dejaremos los prejuicios estadísticos a un lado y nos centraremos en el acierto real.

Una herramienta que podemos utilizar es la ouija online de Mastropiero.



viernes, 29 de marzo de 2024

La teoría de apostar al que menos sale. La probabilidad natural de los grupos y números.

La teoría de apostar al que menos sale.

Como ya he tratado en otro artículo, el sistema de ruleta es un conjunto de números finito, que comprende del 0 al 36 y cuya aparición es aleatoria. Y dado que su número de elementos es finito, podemos hablar de un sistema aleatorio cerrado, o lo que es lo mismo, no puede salir ningún número que exceda de 36.

Ya traté en otro vídeo que existe que la frecuencia mayor de repeticiones de un mismo nivel de retraso corresponde al cero, o lo que es lo mismo, la probabilidad de que dos grupos o números aparezcan de forma consecutiva excede a cualquier otra posibilidad de retraso, y además la frecuencia de repetición de esos retrasos es inversamente proporcional a su nivel. O dicho de otra forma, el retraso cero es superior al uno, y el uno al dos, y así sucesivamente.

En este caso vamos a estudiar otro hecho que se demuestra con el método de montecarlo, esto es, con la experimentación empírica.

Y es que resulta que a diferencia de lo que muchos creen, la probabilidad de ganar en la ruleta está en apostar a los números o grupos más fríos, en vez de a los más calientes. Para quien no conozca la jerga del juego se entiende que el término frío se aplica a lo menos frecuente o de aparición más escasa, y caliente justo lo contrario, esto es, al número o grupo más frecuente o que aparece más veces.

Desde siempre hemos tenido la intuición de que debíamos apostar a los grupos más frecuentes, dado que son los que teóricamente están en racha. Lo que no tenemos en cuenta es que estamos ante un conjunto de números aleatorios, donde todos ellos tienen la misma oportunidad de salir, luego se puede afirmar que hechos pasados no garantizan una continuidad en el futuro. 

Porque resulta que la teórica de seguir la tendencia del juego es aplicable a aquellos ámbitos donde participa el factor humano, o bien existen fuerzas externas que favorecen un determinado resultado en detrimento de su contraparte. 

Por poner un ejemplo, si el Real Madrid lleva tres partidos seguidos ganados contra equipos de nivel similar a él, podemos afirmar que si existiere un próximo partido donde el Real Madrid va a jugar contra otro equipo de nivel similar a él, de manera idéntica a partidos anteriores, es más que probable que el Real Madrid vuelva a ganar, pues sus precedentes avalan esta posibilidad. O dicho de otra forma, es más probable que gane, a que empate o pierda.

Y si hablamos de otros hechos donde no participe el factor humano, como por ejemplo un cilindro de ruleta viciado, con defectos de equilibrio o muescas en alguna de sus partes, y donde observamos que unos números salen más que otros, es más que probable que durante los próximos giros la tendencia de juego se decante más por esos números que por el resto. De esto saben bastante la familia Pelayo, pues basaban su estrategia ganadora, precisamente en estos defectos de los cilindros.

Y esto es así porque esos defectos favorecen la aparición de esos números, aumentando con ello la frecuencia de aparición. Entonces ya no hablaríamos de una probabilidad de 1/37 en todos y cada uno de los 37 números del cilindro, sino de una diversidad de probabilidades donde habría un denominador cambiante. Por ejemplo, unos números contarían con una probabilidad del 1/35 y otros del 1/39. Como todos sabemos esa probabilidad será mayor o menor de manera inversamente proporcional al valor del denominador, siendo mayor el número si el denominador es menor y viceversa.

Pero en el caso de una ruleta perfectamente equilibrada, que es el caso que nos ocupa, donde cada número debe tener una probabilidad exacta e igual a 1/37 la dispersión natural que hay en toda sesión de ruleta, donde a lo largo del juego se produce una desigualdad de frecuencia y cantidad de aparición, es de lógica deducir que aquellos números que han salido más, y con ello han superado su probabilidad natural del 1/37 tengan tendencia a regresar a la línea de equilibrio. Y justo lo contrario deberá ocurrir con aquellos números que hayan aparecido un porcentaje de veces inferior esa probabilidad natural.

Por buscar un símil, imaginemos que todos los números están atados a una goma al punto de equilibrio 1/37 = 2,70%. Si el número excede este porcentaje, se produce una subida y por tanto una tensión a la gomilla donde está atado, que tirará de dicho número para que regrese a la línea natural. Ídem de los números que aparezcan menos, que se posicionarán por debajo del punto de equilibrio, creando de manera idéntica una tensión en la gomilla, de fuerza directamente proporcional a la distancia con el punto de equilibrio.

Cómo se calcula el porcentaje de aparición.

Es tan sencillo como dividir el número de apariciones del número entre el número de giros. Si por ejemplo el número 4 ha aparecido 2 veces en una ronda donde llevamos 100 giros, su porcentaje de aparición sería 2/100 = 2%. Y dado que su probabilidad de aparición natural es 2,70%, podemos afirmar que el 4 tiene tendencia negativa por lo que habría que apostar por él. 

Es cierto que parece un contrasentido hablar de que hay que apostar por aquellos números que tienen tendencia negativa, pero es que insisto otra vez que no hablamos de una dinámica donde actúan fuerza externas que alteran los resultados, tal como ya vimos en un párrafo anterior, sino de un juego donde todos los números tienen la misma oportunidad de salir, y la misma fuerza para hacerlo. 

Luego si el 4 está por debajo de su probabilidad natural, inevitablemente recuperará posiciones durante los siguientes giros. O dicho de otra forma, los números con tendencia negativa juegan con ventaja respecto a los que tienen tendencia positiva. Y viceversa. Los números cuya aparición excede a su probabilidad natural están condenados a retroceder en el medio plazo.

Hay que entender que estamos hablando de un proceso aleatorio, en el que estos efectos de los que hablo no se producen de manera mágica por arte de birli birloque. Es algo más complejo, donde los efectos no se hacen notar de inmediato, sino que requieren de tiempo de juego. 

O dicho de otro modo, si vamos por el giro 100 y el número 4 ha salido un 2%, no quiere decir que inmediatamente después de observarlo vaya a recuperar posiciones porque "es lo que tiene que ocurrir". No, no funciona así. Es hasta posible que el 4 siga bajando posiciones, pero en algún momento y siempre en el medio plazo empezará a recuperar frecuencia, hasta alcanzar o incluso superar su probabilidad natural del 2,70%

Este hecho es aplicable al resto de grupos de números de probabilidad idéntica.

Porque quizás el juego que más nos interesa no es el de los plenos, sino de bloques de números de cuota de premio definido, como son las suertes dobles - color, paridad y altura -, suertes triples, docenas y columnas, seisenas, cuadros, transversales y caballos, o parejas de números yuxtapuestos.

Por ejemplo si optamos por el clásico juego de color, apostando a rojos y negros, nuestra intuición nos dice que debemos apostar "al color que más sale", dado que es el que "está en racha". Pues bien, primero hay que decir que eso que llamamos "racha" no es debido a que alguna fuerza externa obre en favor de un color y en detrimento del otro, sino que se trata del hecho natural de dispersión, donde el azar durante determinados periodos premia a un color en detrimento de otro. Pero lo que realmente es tendencia, es que la propia dinámica del azar buscará siempre el equilibrio entre ambos, obrando en favor del color que tiene menor aparición y en contra del que tiene mayor frecuencia de salida.

O dicho de otra forma, si en la actual sesión de juego el negro ha salido un 56% de veces y el rojo un 43% (el 1% correspondería al cero), quiere decir que la tendencia es que el rojo recupere posiciones y el negro las pierda, pues ambos grupos tienen la misma oportunidad de salir y no hay fuerzas externas que obren más por un color que por otro. Luego en este caso deberíamos apostar por el rojo más que por el negro. Recordemos que el punto de equilibrio de la apuesta a color es del 18/37 = 48,65%

Ídem de, por ejemplo, las docenas. La probabilidad natural tanto de las docenas como de las columnas es del 12/37 = 32,43%. Es curioso como una mayoría de jugadores optan más por las docenas que por las columnas, pues el hecho de que las docenas están en un bloque más compacto, y aparentemente tengan un área mayor en el paño, crea el efecto psicológico de que es más probable ganar jugando a docenas que a columnas. 

Esto obviamente es falso pues para empezar el área que cubren es exactamente el mismo, y para seguir, a nivel cualitativo, la probabilidad de aparecer es exactamente idéntica en ambos casos, tanto para docenas como para columnas.

No te aceleres, campeón

Y digo que no te aceleres, pues quizás tras leer esto te lanzarás como un poseso a jugar. Bien. Si tú eres de esos que juega a golpe de paja mental, decirte que te tranquilices porque no todo es tan sencillo. Deberás prepararte psicológicamente para soportar profundidades de pérdidas muy cuantiosas, en el entorno de cinco veces tu objetivo de ganancia. 

Si lo tuyo es apostar a docenas, te puedo aconsejar que por mi experiencia y las pruebas efectuadas, la docena o columna tiene tendencia a recuperar posiciones cuando su diferencia de aparición con respecto a la docena dominante (la que más sale) está en torno a 10 unidades. 

O dicho con un ejemplo: pongamos que la docena dominante es la segunda con 30 apariciones. Pues la docena más recesiva (la que menos ha salido) tendrá tendencia natural a recuperar posiciones cuando tenga 20 apariciones o menos.


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Resumen chatGPT

El artículo "La teoría de apostar al que menos sale" aborda la estrategia de apuestas en juegos de azar, específicamente en la ruleta. Comienza explicando que, contrario a la intuición común, la probabilidad de ganar en la ruleta parece favorecer a los números o grupos menos frecuentes en lugar de los más frecuentes.

El autor utiliza el método de Monte Carlo para demostrar empíricamente este principio. Explica que en juegos de azar como la ruleta, donde todos los números tienen la misma probabilidad de salir, seguir la tendencia de los resultados pasados no garantiza un patrón futuro. Sin embargo, en situaciones donde hay factores humanos o externos involucrados, como en el caso de equipos deportivos, seguir tendencias pasadas puede tener más sentido.

En el contexto de una ruleta equilibrada, donde cada número tiene una probabilidad exacta de aparecer, los números que han salido más de lo esperado tienden a volver a la media, mientras que los que han salido menos tienden a recuperarse. Esto se debe a una especie de "tensión" que existe en el sistema, donde los números tienden a equilibrarse con el tiempo.

El autor también aplica este principio a otras apuestas en la ruleta, como los colores, las docenas y las columnas. Argumenta que la estrategia de apostar al grupo menos frecuente es aplicable en estos casos también. Por ejemplo, si un color ha salido más veces que el otro, la tendencia natural es que el menos frecuente recupere posiciones.

Sin embargo, el autor advierte que el juego de azar conlleva riesgos y pérdidas potenciales significativas. Recomienda prepararse psicológicamente para enfrentar estas pérdidas y sugiere ciertos umbrales de diferencia de aparición para determinar cuándo un grupo menos frecuente puede comenzar a recuperar posiciones.

En resumen, el artículo argumenta que en juegos de azar como la ruleta, apostar a los números o grupos menos frecuentes puede ser más ventajoso a largo plazo que seguir la tendencia de los resultados pasados.



jueves, 28 de marzo de 2024

La teoría de la coincidencia de nivel de retraso en el juego de la ruleta.

Un grupo de números aleatorios se define como una secuencia de valores numéricos que se generan de manera impredecible y sin un patrón discernible. Estos números se eligen de un conjunto definido de manera que cada número tenga la misma probabilidad de ser seleccionado en cada instancia. 

En otras palabras, no hay una relación predecible entre los números dentro del grupo, y cada número tiene una igual probabilidad de aparecer en cualquier posición dentro de la secuencia. Los números aleatorios son fundamentales en diversos campos, como la estadística, la informática, la simulación, la criptografía y la investigación científica.

La ruleta como sistema aleatorio cerrado.

Y se define así porque el juego de la Ruleta comprende un número finito de 37 elementos, que van del cero al treinta y seis, y todos los comprendidos. Naturalmente hablamos de la ruleta francesa, y no de la americana, la cual consta de un número más que es el doble cero.

Un sistema aleatorio abierto sería por ejemplo el resultado de un partido de fútbol, donde los goles de ambos equipos, local y visitante, pueden tener cualquier valor, al menos en teoría, es denominado como sistema aleatorio abierto, pues sin bien es cierto que el número de goles no suele ir más allá de las diez unidades, no hay ninguna limitación teórica al respecto. Por ejemplo, aunque jamás se a dado tal resultado, sería posible ver un resultado igual a 12-23.

Y esto es así porque en los partidos de fútbol no hay límite para el número de goles.

La probabilidad de que dos números se repitan, esto es, sean consecutivos.

La posibilidad de que un número se repita en la ruleta dos veces seguidas es igual a su probabilidad teórica, dado que todos ellos tienen la misma probabilidad de salir en cada giro. En el caso de los plenos esa probabilidad es igual a 1/37 = 2,70%. 

Pero ojo, no hay que confundir este hecho con la probabilidad de que dos números aparezcan dos veces consecutivas, pues son circunstancias diferentes. Y lo explico. Por ejemplo si planteamos la pregunta ¿Qué probabilidad hay de que durante los próximos dos giros aparezca el mismo número? En este caso la respuesta se resuelve con la probabilidad condicionada, y multiplicando ambas probabilidades 1/37 x 1/37 = 1/1369 = 0,007%.

Pero si el planteamiento es ¿Qué probabilidad hay de que el próximo número que salga sea el 3? Pues 1/37, independientemente de que el último aparecido fuese el 3 o cualquier otro.

La teoría de los grupos consecutivos en el juego de la ruleta.

Y al margen de este hecho probado con la matemática clásica, mediante el método de Montecarlo se demuestra que existe una regresión lineal y progresiva en los retrasos producidos en una secuencia que consta de un número de giros relevante que al menos superen los doscientos giros.

Ocurre que aunque es cierto que la aparición de números es anárquica, tal como dicta la dinámica aleatoria, resulta que la tendencia que tiene la secuencia es que la coincidencia entre el número aparecido con respecto a su retraso experimenta una reducción progresiva, siendo el más frecuente el de retraso cero, segundo el retraso uno, tercero el retraso dos, y así sucesivamente hasta el retraso n.

Dado que el tema de los retrasos es un poco complejo de entender para quienes no se manejan con conceptos de ruleta, lo veremos con la siguiente secuencia.

10 11 10 32 1 5 25 8 5 11 14 14

En este caso el retraso 0 se produce con el número 14. Se entiende que hay restraso cero cuando se trata de números consecutivos.

El retraso 1 viene representado por el número 10. A este retraso se le conoce popularmente como "el juego de la mosca".

El retraso 2 vendría representado por el número 5, que tras salir el 8 y el 25 volvió a salir.

Pues bien, se demuestra que la tendencia natural de la ruleta es que el retraso cero es el que tiene una coincidencia mayor de todos, y con un valor igual a su probabilidad natural respecto al grupo al que representa. En el caso visto sería 2,70% dado que hablamos de números plenos, y 2,70% es su probabilidad natural.

Para el caso de otros grupos del paño, por ejemplo las docenas o columnas, se demuestra que en el largo plazo el retraso cero tiene una tendencia a alcanzar un porcentaje de coincidencia igual a 12/37 = 32,43%.

Y si hablamos de la apuesta estrella a color, rojos y negros, el retraso cero tiene tendencia a ser coincidencia en un 18/37 = 48,64%., siguiéndole el retraso uno, luego el dos, etc...

A la pregunta ¿En qué cuantía se reduce el porcentaje de los siguientes retrasos? Esto se puede resolver dividiendo los resultados entre el número de giros.

Observemos la siguiente muestra obtenido por aceleración de apuestas con seisenas. 

Los números en negrita representados por 0, 1, 2, y así hasta +12, siendo este último el que representa las coincidencia que fueron igual o superiores a 12 retrasos. La cantidad expresada justo debajo es el número de coincidencias. En el caso de retraso cero sería 317. El retraso tiene un valor de coincidencia igual a 252. 

En cualquier caso vemos como el valor va disminuyendo progresivamente, salvo el el retraso 8 que ha experimentado un valor que se sale del patrón. Esto es así porque recuérdese que hablamos de un muestreo mediante el método de Montecarlo, por lo que no es matemático.

Si calculamos los porcentajes respecto al número de giros observamos que:

El retraso cero tuvo una coincidencia de 317/1717 = 18,46%

El uno 252/1717 = 14,67%

El dos 185/1717 = 10,77%

El tres 158/1717 = 9,20%

El cuatro 139/1717 = 8,09%

Nótese que el retraso cero ha tenido un porcentaje de coincidencia incluso superior a la probabilidad natural de las seisenas 6/37 = 16,21%. Esto es así porque detuvimos el juego justo en un pico de exceso de 18,46 - 16,21 = 2,25%. Estos picos suelen compensarse a medida que avanza el juego, por lo que es justo en ese punto cuando debemos abandonar el juego.

¿Y por qué esto debería resultarnos interesante, más allá de que es un experimento sobre retrasos de seisenas?

Pues la respuesta es tan sencilla como demoledora: esto quiere decir que si apostamos siempre a la última seisena aparecida, la tendencia natural será que ganemos siempre. 

Pero para eso tendremos que tener en cuenta algo fundamental:

1º La paciencia es la madre de la ciencia. Estos resultados no se consiguen con una pocas tiradas, sino con cientos de ellas. Esto quiere decir que puede ocurrir que en los primeros compases del juego el retraso cero sea incluso inferior que alguno de los siguientes. 

Como en todo sistema caótico, donde las partículas van encontrando su posición a medida que va llegando el estado de reposo, en la ruleta los retrasos no siguen este patrón lineal y descendente hasta haber generado una buena cantidad de giros. Recuerda el ejemplo que hemos visto con 1717 giros, que en términos de una ruleta live, donde los giros suelen durar 45 segundos, hablamos de 21 horas de juego.

2º Derivado de lo anterior, recuerda que estás jugando a la ruleta y al azar. Para alcanzar la ganancia deberás soportar profundidades de pérdida muy notables. Sobre esto no hay una regla fija, pero existe la posibilidad de que la profundidad de pérdidas sea igual a cinco veces respecto al objetivo de ganancias. Por ejemplo si esperas obtener cien fichas de ganancias, seguramente la profundidad de pérdidas alcanzará las cien fichas o valores superiores inclusos.

3º Si esperas con este método obtener ganancias desde los primeros compases de juego, te recomiendo que no lo utilices porque esta estrategia no funciona así. 

Estudio pormenorizado de los retrasos del cero al once

Según el muestreo que presento a continuación observamos datos interesantes.

De un lado veremos las coincidencia del número aparecido respecto al retraso premiado.

De otro observaremos el total de retrasos aparecidos durante una sesión de 200 giros, independientemente de que fueran premiados o no.

Hay que explicar que el retraso cero es efectivamente el más premiado, o si lo prefieres, coincidente debido a que siempre hay una seisena con retraso cero, excepto cuando el último número aparecido es el Cero. En ese caso todas las seisenas se adelantan una posición, quedando ausente el retraso cero.

Sin embargo, en el resto de retrasos hay una serie de cortes que se traducen en ausencias recurrentes de dichos retrasos a partir del uno en adelante.

Pongamos por caso de que aparecen dos seisenas seguidas. En este caso el retraso uno desaparece dado que los dos retrasos ceros consecutivos hicieron que el siguiente sea el retraso dos.

Y si hubiesen tres retrasos ceros consecutivos, el siguiente retraso sería el tres, quedando ausentes el uno y el dos.

Debido a esto observamos un descenso lineal, no sólo en las coincidencias sino también en el cómputo global de retrasos durante toda la sesión. Veámoslo con el siguiente ejemplo:


La cuadrícula azul-morada en secuencia, figuran las coincidencias. Observamos que el cero tiene 32 coincidencias, el uno veintinueve, el dos veintitrés, y así sucesivamente hasta llegar al retraso once. El que figura como +12 representa todas las coincidencias de retraso doce en adelante.

El la cuadrícula en blanco inferior figuran todos los retrasos en bruto, esto es, que aparecieron durante el juego, independientemente que fuesen coincidentes o no. Para entenderlo fijémonos en el tablero de juego donde la seisena uno tiene retraso uno, las dos retraso seis, la tres retraso cinco y así hasta la seis que tiene retraso dos. Pues bien, los valores de esa cuadricula blanca representan el cómputo total de esos retrasos, y por eso la cantidad es notablemente superior a la de los coincidentes. 

En los retrasos globales se observa que se han producido 192 retrasos cero a pesar de que la sesión consta de 200 giros. Esto es debido a que aparecieron ocho ceros que eliminaron el retraso cero, tal como ya se ha explicado. 

El descenso progresivo respecto a cada retraso se debe precisamente a la anulación de cada retraso por coincidencia de algún precedente: si se produce una coincidencia del retraso dos, en el siguiente giro se habría anulado el retraso tres. Digamos que cada coincidencia supone la anulación de una unidad en todos los siguientes.

El porcentaje de coincidencia respecto al número global de retrasos.

A primera vista podría pensarse que el retraso uno es menos rentable que el cero, dado que hay menos coincidencias. En concreto 32 para el cero y 29 para el uno. Esto es así en términos absolutos, pero no relativos, porque resulta que el porcentaje de coincidencia hay que calcularlo con el cómputo global de sus retrasos respectivos. Veamos:

32 coincidencias de retraso 0 sobre 192 apariciones nos da 32/192 = 16,66%

29 coincidencias de retraso 1 sobre 162 apariciones nos da 29/162 = 17,90%

23 coincidencias de retraso 2 sobre 134 apariciones nos da 23/134 = 17,16%

22 coincidencias de retraso 3 sobre 113 apariciones nos da 22/113 = 19,47%

A la vista de estos datos se demuestra que en esta sesión el retraso más rentable fue el 3 con un 19,47%. Teniendo en cuenta que la probabilidad natural de las seisenas es 6/37 = 16,22% podemos asegurar que apostar a todos los retrasos hubiera sido rentable, aunque del de mayor cuantía hubiese sido el retraso 3 con un 19,47% de coincidencia.

No hay que entender estos datos como resultados constantes, pues hay variación de una sesión a otra. Lo que sí parece claro es que todos los niveles de retraso tienen tendencia a alcanzar la probabilidad natural de las seisenas, que es el ya mencionado 16,22%. 

Se presenta una fluctuación respecto a ese nivel de equilibrio, donde unas veces supera la probabilidad natural y otras veces no. Digamos que existe una variación que aconseja entrar cuando el nivel está por debajo, y salir cuando está por encima.

Dos sesiones simultáneas jugando a seisenas 0 y 1 - 2 y 3.

En sendas sesiones que duraron doscientos giros obtuvimos una rentabilidad de 335 fichas en la 0 - 1 y 361 fichas en la 2 - 3.